La base de este bálsamo nutritivo ecológico es la manteca de karité producida de forma artesanal. No ha sido sometida al proceso de refinamiento ni desodorización para conservar todos sus principios activos. Además, está enriquecida con aceites vegetales y esenciales.
El dulce aroma del aceite esencial de azahar posee efectos terapéuticos, ayuda a la relajación y al equiibrio emocional.
Como usar:
Mascarilla o crema facial: calienta una pequeña porción de bálsamo en la palma de la mano y aplica sobre la cara, cuello y escote. Deja actuar unos minutos y retira el resto con una toalla seca. La piel absorberá lo que necesita en cada zona del rostro y adquirirá un aspecto radiante, las pequeñas arrugas desaparecerán.
Después de la exposición solar: Calma, hidrata y ayuda a regenerar la piel después de la exposición solar
Zonas de piel seca y deshidratada:  codos, rodillas o talones. Previene sequedad y descamaciones.
Estrías: ayuda a prevenir y/o reducir las estrías durante el embarazo o variaciones de peso.
Ingredientes activos:
MANTECA DE KARITÉ: el Karitene, un componente que sólo se encuentra en la manteca de karité no refinada, es un regenerador celular natural con intenso y duradero poder hidratante, nutritivo y protector.
AZAHAR: se conoce como “el ansiolítico de la aromaterapia” ya que inhalar su exquisito aroma actúa como sedante para combatir el insomnio, aumentar la libido y aliviar el estrés. Activa la microcirculación y tonifica los capilares, por lo que mejora el tono de la piel y ayuda a “despertar” una piel apagada.
PEPITA DE UVA: por su textura ligera y alto contenido en la vitamina E y ácidos grasos poliinsaturados, es un remedio excelente para evitar la sequedad de la piel. Tiene un sutil efecto astringente que ayuda a tonificar y a estirar la piel.
JOJOBA: el aceite de sus semillas es muy similar a la grasa propia de la piel humana, por lo tanto penetra excepcionalmente bien ayudando a regenerar, hidratar y proteger la piel para prevenir el envejecimiento prematuro, aporta vitaminas y minerales.
MANTECA DE CACAO: al no absorberse completamente por la piel, forma sobre ella una fina capa protectora que actúa como barrera contra los factores ambientales agresivos permitiendo la respiración natural de la piel